"Las personas no deciden su futuro, deciden sus hábitos, y sus hábitos deciden su futuro." — F.M. Alexander

En la vida, muchos de nosotros soñamos con alcanzar metas grandes: un cuerpo fuerte, una mente clara, una vida plena. Sin embargo, lo que a menudo olvidamos es que estos sueños no se construyen de la noche a la mañana. No es una decisión aislada la que define nuestro destino, sino las pequeñas decisiones que tomamos a diario.

Piénsalo un momento. Como profesor de educación física, he visto cómo muchos comienzan un programa de ejercicios llenos de entusiasmo, con la vista puesta en un objetivo final. Pero con el tiempo, es fácil perder el rumbo, desanimarse y ceder al cansancio. Es en esos momentos cuando los hábitos que hemos cultivado se convierten en nuestro mayor aliado o nuestro peor enemigo.

Imagina que cada día es una página en el libro de tu vida. Tus hábitos son las palabras que escribes en esas páginas. Si cada mañana eliges moverte, cuidar lo que comes, y descansar lo suficiente, estás escribiendo una historia de salud, fortaleza y bienestar. Si, por el contrario, cedes al sedentarismo, la alimentación descuidada y la falta de sueño, estarás escribiendo una historia muy distinta.

No es el gran esfuerzo de un solo día lo que cambia tu vida, sino la constancia, la disciplina, y el compromiso con esos pequeños actos que, aunque parezcan insignificantes, suman día tras día. Los hábitos que decidas adoptar hoy, por pequeños que sean, moldearán el futuro que tendrás mañana.

Así que la próxima vez que te enfrentes a la decisión de moverte o quedarte quieto, de elegir lo saludable o lo fácil, recuerda que no solo estás decidiendo por ese momento, sino que estás trazando el camino hacia tu futuro.

No decidimos nuestro futuro directamente, sino los hábitos que lo construyen.

Profesor Matías Ceballos Zambrano.